Un logo es la primera representación de la marca a la que la audiencia tiene acceso. Permite que los usuarios recuerden la marca pues una imagen es procesada por el cerebro de forma más sencilla y es más fácil su recordación. Para poder ser reconocida por su audiencia y diferenciarse del resto, cada empresa necesita su propio logo.
El logo es un elemento mínimo y esencial en la identidad visual de toda marca, por esta razón debe ser diseñado con mucho cuidado. Sin embargo, existen empresas y diseñadores que pueden no prestarle la atención adecuada y obtienen como resultado un logo poco original o que no se corresponde con la imagen de la marca. En este artículo te mencionamos algunos errores comunes que deberías evitar al diseñar un logo.
No entender apropiadamente el brief
En ciertas ocasiones tu mismo deberás crear el brief de la empresa. En este documento se encuentra un resumen de la información necesaria para poder empezar con el proyecto. Para poder tener toda esta información actualizada es necesario que entrevistes al cliente y que hagas un poco de investigación.
Sin esta información no es posible comenzar a diseñar pues debes tener idea de los objetivos de la empresa, lo valores de la marca, las características del público objetivo y otra serie de datos importantes.
No prestar la atención adecuada al brief, ya sea en su elaboración o en el propio análisis de datos al momento de diseñar puede tener graves consecuencias en el diseño final. Es esencial que el brief sea desarrollado con mucho cuidado para poder empezar con la siguiente fase del proceso de diseño.
Trabajar bajo muchos conceptos
Todo diseño comunica un mensaje. Los logos no son una excepción y ya que son una representación de una marca o empresa, se debe ser cuidadoso en su creación para evitar transmitir un mensaje o personalidad que no es propia de la marca.
Para los logos usualmente se eligen conceptos bajo los cuales trabajar. Estos conceptos van asociados a la personalidad de la marca o son valores de la empresa. Sin embargo, una empresa puede tener un gran número de cualidades y valores que se complementen. Trabajar bajo todos ellos en un logo puede tener como resultado que no se entienda del todo las intenciones del diseño. Para evitar este tipo de situaciones es recomendable elegir como máximo 3 valores o características asociadas a la marca e intentar representarlas mediante el logo.
Usar la tipografía de forma incorrecta
La tipografía también es de gran importancia en el diseño de un logo. En ocasiones, el logo es tipográfico y solamente se utiliza una o dos fuentes para su desarrollo, a menudo se añade algún elemento adicional que permita hacer el logo único, pues con la fuente a no es suficiente. Muchas otras personas tienen acceso a esa fuente, por lo que se debe buscar la forma de adaptarla a la marca o realizar algún ajuste para que el logo sea realmente único.
En los logos tipográficos es especialmente importante que se seleccione la fuente adecuada. Como ya debes saber cada tipografía tiene una personalidad y sus características deben alinearse con la marca. Si el logo va acompañado de un icono, toma en cuenta este elemento al momento de elegir tu fuente para que el diseño de logo se vea armónico y equilibrado.
Utilizar formas complejas
Utilizar formas sencillas y fácilmente reconocibles en el diseño de tu logo es una buen decisión pues son este tipo de formas las que generan mayor recordación por parte de tu audiencia. Si añaden demasiados detalles o no se utiliza la síntesis de elementos al momento de elaborar los primeros bocetos, entonces tu logo no tendrá oportunidad frente a los competidores. Y no es porque no es posible que luzca bien a nivel estético, sino porque si contiene muchos detalles será mucho más difícil para los usuarios recordarlo. Adicionalmente, ya que el logo debe estar presente en todo tipo de medios, en tamaños pequeños se perderán dichos detalles, así que es mejor optar por un logo que emplee formas sencillas.
Al emplear formas simples y síntesis de objetos permites a la audiencia que reconozca tu logo y lo recuerde más fácilmente. Este es uno de los objetivos que tiene todo logo, así que es mejor obviar detalles complejos que no se trasladarán o notarán bien cuando el logo sea visualizado en tamaños pequeños.
Utilizar síntesis comunes
Para cierto tipo de empresas se suelen utilizar algunas síntesis ya reconocidas. Por ejemplo, si es una agencia de diseño gráfico o la marca personal de algún diseñador se suelen emplear síntesis de focos o lápices. De hecho, estas son las primeras ideas que se le ocurren a la mayoría de diseñadores y por esta razón pueden ser considerados iconos genéricos cuando se utilizan para el rubro de empresas mencionados.
Para cada rubro existe algún icono genérico que se podría emplear, así como formas totalmente genéricas que podrían aplicarse a cualquier empresa sin distinción. Sin embargo, el logo representa a la marca y por lo tanto es importante diferenciarse del resto.
Evita estos iconos genéricos e ideas sobre utilizadas. Descarta tus primeros bocetos y sigue desarrollando tus ideas. Por supuesto, es válido emplear síntesis comunes si le añades algún giro o elemento adicional que permita diferenciar el logo de otros.
Aplicar tendencias populares
De por sí, las tendencias de diseño deben ser empleadas con mucha cautela. Cada una de ellas presentas sus ventajas y desventajas y tiene una situación ideal en la que pueden ser empleadas de forma más efectiva. Asimismo, poseen ciertas pautas para su correcta implementación en sus diseños, así que hace falta observar y estudiar ejemplos para poder aplicarlas en tu diseño de forma adecuada.
Ya que un logo debe lucir actual sin importar la época, la recomendación general es obviar del todo las tendencias y elegir fuentes, formas y colores siguiendo las buenas prácticas de diseño y teniendo en cuenta el brief de la empresa para la que estás creando dicho logo.
Valerse del color para expresar todo el mensaje
Si bien el color es un elemento sumamente expresivo en todo diseño, un logo debería ser capaz de transmitir un mensaje incluso en blanco y negro o a escala de grises. Por esta razón se suele decir que un buen logo debe “funcionar” en blanco y negro, incluso antes de añadir color. Muchos diseñadores toman muy en cuenta este consejos y comienzan a diseñar en blanco y negro. Una vez que sienten que han perfeccionado el diseño de su logo pasan a seleccionar el color. De hecho, si sientes que estás dependiendo demasiado del color para compensar ciertos errores o puntos débiles en tu logo, entonces es recomendable poner en práctica esta estrategia.
De igual importancia es no añadir ningún efecto especial como sombras, relieves u otros estilos que den mayor profundidad al logo. Se puede dar la sensación de profundidad utilizando sólo líneas y de hecho se emplea esta estrategia al trabajar logos para agencias de arquitectos.