Si trabajas como freelance o incluso en una oficina puedes verte obligado a lidiar con clientes. Es mucho más frecuente cuando eres freelance, pero incluso si formas parte de un equipo en una oficina, en algún punto de tu carrera deberás reunirte con algún cliente. Si tienes suerte, podrás trabajar con un cliente que entienda que tú eres el experto y dará su opinión de forma educada. Pero, también es posible que trabajes con clientes que creen tener siempre la razón. Trabajar con estos clientes puede ser muy frustrante. Sin embargo, existen otras situaciones frustrantes que se pueden dar al trabajar con cualquier cliente: no saber exactamente qué es lo que les gusta o necesitan.
¿Qué hacer cuando no logras interpretar cuáles son las necesidades de tu cliente o sus expectativas sobre el proyecto? Para tales situaciones, te mencionamos algunos útiles consejos que puedes poner en práctica.
Reconoce con qué tipo de cliente estás trabajando
En las reuniones iniciales tienes la oportunidad de conocer más sobre tu cliente y su negocio. Aunque un gran porcentaje de las preguntas irán dirigidas al proyecto en sí y a su empresa, es una ocasión perfecta para aprender más sobre el cliente. Observar a tu cliente te ayudará a crear estrategias para poder comunicarte con él de forma efectiva. Es posible que tu cliente se encuentre algo intimidado o desconozca el proceso de diseño y tema hacer preguntas. En este caso, es una buena idea ser un poco más abierto con tu cliente y hacerle saber de forma continua que puedes contestar cualquier duda.
Por otro lado, puede que tengas que trabajar con un cliente que ya tiene experiencia trabajando con diseñadores, así que no hay necesidad de explicar el proceso general, pero sí que debes explicar cómo funciona tu proceso de diseño. Hablar de fechas, modos de comunicación, envío de bocetos y número de revisiones pueden ser temas adecuados para este tipo de cliente.
En base al tipo de cliente con el que estés trabajando podrás ajustar un poco las preguntas que realizas en la primera reunión y también el enfoque general que tendrás tanto en la primera como en las posteriores reuniones con tu cliente.
Descubre cuál es el objetivo del proyecto
En algunos casos, el cliente tiene una solicitud particular, pero no cuenta con un propósito específico que respalde dicha petición. Una de los primeros datos que debes determinar es por qué el cliente necesita un rediseño, un afiche o una nueva funcionalidad en su sitio web. Enfocar preguntas a los objetivos de negocio o el propósito que tiene el proyecto particular puede ayudarte a esclarecer algunos puntos importantes sobre el proyecto que estás por aceptar.
Una de las preguntas iniciales que realices a tu cliente debería ir enfocada a encontrar el propósito del proyecto. En muchos casos, el cliente ya tiene una lista de objetivos específicos y precisos, en otros, deberás realizar otro tipo de preguntas para descubrir cuáles son los objetivos. Una de las preguntas básicas es “¿por qué o de qué manera cree que ayudará el proyecto a su negocio?”. De forma indirecta estás preguntando sobre los beneficios que obtiene el negocio tras la finalización del proyecto, datos que te ayudarán a llegar al objetivo o meta final del cliente.
Realiza preguntas específicas
El cliente puede tener muy en claro qué tipo de servicio necesita de tu parte, ya sea que se trate de un rediseño, una campaña publicitaria, una campaña para redes sociales, etc. Sin embargo, puede que no esté acostumbrado a trabajar con un diseñador o desarrollador. Lo primero que debes hacer es intentar encontrar el por qué de la solicitud y evaluar cuál es el camino más adecuado. Por ejemplo, el término redes sociales implica una gran cantidad de plataformas, así que pregúntale qué redes sociales utiliza la empresa u ofrece una serie de posibilidades como Facebook, Twitter, Pinterest o Instagram. De esta manera, adquieres un dato adicional respecto a la petición del cliente.
Realizar las preguntas generales comunes en este tipo de situaciones ayuda, pero tal vez debas plantear algunas otras para obtener mayor información del cliente. Una vez que has repasado todas las preguntas generales sobre el proyecto, tal vez sea conveniente ir a preguntas más específicas.
Delimita qué es lo que no quieren
En ciertos casos, los clientes pueden tener una idea general sobre la solicitud, pero desconocen el objetivo preciso por el cual requieren una campaña, rediseño u otro tipo de servicio web. O pueden tener muy en claro el objetivo, pero no saben exactamente cómo delimitar sus gustos y preferencias. Este es un problema bastante común en cualquier proyecto para diseñar alguna marca. A menudo los clientes no saben explicar qué es lo que desean, particularmente si se trata de un elemento gráfico.
En estos casos particulares puede ser de ayuda delimitar qué es lo que no quiere el cliente o lo qué no le agrada. Por supuesto, esta es información que también se obtiene mediante preguntas. Ya que se trata de elementos gráficos, puedes elegir una serie de efectos y elementos para que el cliente te indique cuáles no les agradan. O simplemente dejar la pregunta abierta para que el cliente te conteste. Esta es un pregunta que será mucho más sencilla de contestar para tu cliente y te ayudará a eliminar ciertas opciones cuando estés trabajando en otras fases del proceso.
En conclusión…
Trabajar con ciertos clientes puede ser frustrante. En algunos casos porque el cliente simplemente no te permite hacer tu trabajo y puede imponer sus ideas. Este es sin duda el tipo de cliente te gustaría evitar el resto de tu carrera: los beneficios económicos no compensan todo el estrés y la frustración que has sentido por semanas. Pero en otras situaciones, puede ser frustrante trabajar con clientes porque no logras descifrar exactamente qué es lo que desean y ninguna propuesta parece convencerlos. En estos casos, contar con una estrategia adecuada en la reunión inicial puede ser la respuesta.
