En la actualidad, los niños pasan mucho tiempo en la web y su primer contacto con los dispositivos móviles es a corta edad. En ocasiones, con ayuda de sus padres y mediante su propia experimentación aprenden a manejar estos aparatos y descifrar interfaces. A pesar de la gran capacidad de aprendizaje de los niños, como diseñador es tu deber analizar el pensamiento de los niños y encontrar formas adecuadas de organizar los elementos de tu aplicación o sitio web. Ten en cuenta también que los niños más pequeños se aburrirán de inmediato si no logran su objetivo, por lo que tu interfaz debe estar realmente pensada para hacer más sencillas ciertas acciones.
Tal vez no estés acostumbrado a diseñar aplicaciones para niños y ni siquiera sabes cómo empezar a hacerlo. No te preocupes, en este artículo te mencionamos algunas características generales que debes tener en cuenta sobre los niños y finalizamos el artículo con una serie de pautas para poder diseñar una buena interfaz que sea sencilla de usar.
Los nativos digitales
Este término acuñado por Marc Prensky en el 2001 y se usa para describir a todas aquellas personas que han nacido teniendo la tecnología a la mano. Este grupo de personas, desde temprana edad ya tienen contacto con la tecnología. A corta edad aprenden como manejar tabletas y teléfonos inteligentes. Se familiarizan más rápidamente con las funciones de cada aparato tecnológico que cualquier otra persona. Para el nativo digital, el internet es la principal fuente de información y allí buscan desde palabras que no entienden hasta video tutoriales para aprender alguna nueva habilidad.
Debido a que se ponen en contacto con la tecnología a temprana edad tienen otra visión del mundo. Además, no hay que olvidar que todavía son niños y siguen desarrollándose, tanto a nivel mental como físico. Por esta razón, diseñar para niños requiere que tengamos otros puntos en consideración y el diseño puede variar en medida de la edad de los usuarios.
Primer contacto con la tecnología
Hoy en día es común que niños de 3 ó 4 años usen la tableta, a menudo para jugar o ver algún video de su programa favorito en Youtube. A esta edad, es poco común que tengan contacto con un ordenador, la interacción se limita a las tabletas. Debido a que son táctiles es mucho más sencillo para estos pequeños usuarios interactuar con la interfaz mediante sus dedos.
A partir de los 7 años, los niños ya comienzan a emplear otras aplicaciones y pueden utilizar un navegador para buscar información en Internet. Asimismo, los dispositivos no sólo se limitan a tabletas y teléfonos móviles, sino que poco a poco van aprendiendo cómo se emplea un ordenador o portátil.
Para los 12 años, los niños ya tienen en claro cómo emplear diversos dispositivos, pueden acceder a sitios web sin problemas e incluso podrían descargar e instalar nuevas aplicaciones. Poco a poco comienzan a entender los patrones de interacción que un adulto comprendería.
Esta diferenciación es importante para saber en qué medida se pueden emplear ciertos patrones de interacción y qué medidas tomar cuando nos enfrentamos a usuarios pequeños.
Necesidades básicas de los usuarios
El primer contacto con la tecnología que tienen los usuarios en la actualidad es mediante dispositivos táctiles. Usualmente se usan las aplicaciones para juegos interactivos. De esta manera, desde temprana edad los usuarios se acostumbran a usar interfaces. Sin embargo, estas interfaces contienen poco texto y coloridos botones e iconos que usan para poder descifrar qué es lo que hace cada botón y cómo pueden usar la aplicación. Estos niños se acostumbran a este tipo de interfaces, para ellos se convierte en algo familiar. Por eso buscan interfaces que posean los mismo elementos: imágenes, iconos, botones de interacción y poco contenido en forma de texto.
La importancia de la lectura al entender una interfaz
Leer es una habilidad necesaria para interactuar con una interfaz. De manera usual, un niño aprende a leer en su lenguaje nativo alrededor de los 6 años y toma alrededor de 2 ó 3 años codificar cualquier mensaje sencillo que esté escrito. Aprenden a leer más rápidamente que a escribir. Este es un detalle sumamente importante cuando se considera la navegación y el contenido en una interfaz pensada para niños.
Si estás diseñando para un público objetivo que ya ha aprendido a leer, parece que tienes un gran tema resuelto. Pero, ¿qué hacer cuando estás diseñando para un público menor de 6 años? ¿cómo es que navegan estos usuarios? Lo hacen a través de iconos e imagen, intentan entender las acciones por medio de estos iconos. En muchos casos, sus padres están con ellos y les enseñan las primeras veces. Luego, como repiten la acción y los botones se mantienen en su sitio, aprenden lo que hace cada botón. Por esta razón, niños pueden usar la aplicación de Youtube o jugar juegos sencillos en tabletas pues buscan imágenes que se asocien a la acción que quieren lograr.
Para poner un ejemplo práctico, para un usuario adulto sería como entrar en una página web que se encuentra en otro idioma. Como desconocemos el idioma, intentamos buscar iconos que nos indiquen a qué página nos estamos dirigiendo o qué acción estamos realizando. También nos ayuda haber interactuado anteriormente con otros sitios web por lo que sabemos que la ubicación de ciertos elementos suele ser un patrón en la web.
Pautas a seguir para diseñar una buena interfaz para niños
Ahora que ya tenemos en claro cómo es que los niños interactúan con diversos dispositivos según su edad, podemos sugerir algunas recomendaciones generales que ayuden en el diseño de una interfaz para niños:
El ingreso de datos debe ser extremadamente sencillo
Interactuar con una interfaz requiere de ciertas habilidades físicas. Acciones tan sencillas para un adulto como lo es ingresar información mediante el teclado, para un niño de 7 años puede ser algo complejo. Recién se están acostumbrando a este nuevo tipo de medio, además sus habilidades motoras no están completamente desarrolladas hasta los 10 años de edad. Si diseñas para niños menores debes tener en cuenta este detalle y en caso de necesitar información que deban ingresar con el teclado, debes intentar que esta información sea mínima.
Los botones reemplazan los enlaces textuales
Un niño de 3 años no puede manejar el ratón de un ordenador, pero puede navegar en una tableta. Este es uno de los primeros medios con los que interactúan y por lo tanto, mientras van creciendo se acostumbran a que las interfaces contengan botones con los que pueden realizar acciones. Como sus habilidades motoras aún no se encuentran completamente desarrolladas se emplean botones más grandes de lo usual para que sea más sencillo para ellos dirigir sus dedos.
Uso de iconos e imágenes es esencial
Ya que gran parte de tus usuarios aún no sabe leer, es importante colocar iconos e imágenes que le ayuden a descifrar las acciones que pueden realizar. Los iconos deberían ser sencillos, en gran tamaño para llamar su atención y tener alguna conexión con la acción a realizar. Es mejor utilizar iconos directos, pues les será difícil comprender iconos más abstractos.
En cuanto al uso de imágenes, debido a que el usuario no sabe leer, deben usarse como un elemento que ayude a la comprensión. Las imágenes deben ser ilustrativas y describir acciones claras. También se puede hacer uso de animaciones si es que con estas ayudas al niño a asimilar cierta información.
Utiliza una voz en off para narraciones
Si diseñas una aplicación para niños pequeños, puedes colocar una voz en off que les ayude en ciertos momentos. Puede ser perfecto si tu aplicación tiene alguna historia que quiere contar en forma digital y si esperas que sea vista también por niños mayores que ya pueden leer. Los niños que ya saben leer preferirán usar sus propios medios para entender la historia, así que asegúrate de que esta voz en off sea una opción que se pueda activar y desactivar.
También, si quieres contar una historia puedes usar como recurso un video. Se sabe que los videos y las imágenes son más fácilmente captadas tanto por niños como por adultos.
La navegación debe mantenerse en su lugar de origen
Para los niños, los iconos y botones son indicadores visuales que les ayudan a comprender el funcionamiento de la interfaz. Pero también hacen uso de la memoria para poder usar una interfaz, de modo que mientras más veces la utilizan, más se familiarizan con ella y se acostumbran a que ciertos botones estén en ciertas posiciones específicas en la página o aplicación. Así que si en algún punto estás trabajando en algún rediseño, no muevas la navegación principal de lugar pues podrías confundir a los pequeños usuarios.
Recuerda que la navegación debe mantenerse en el mismo lugar sin importar en que página se encuentre el usuario. Esta regla no sólo se aplica para interfaces para niños, sino también en adultos. La familiaridad es algo que los usuarios de todas las edades aprecian y para un niño acostumbrarse a una nueva ordenación de elementos podría ser una tarea molesta y en principio le confundiría mucho.
Opciones de búsqueda optimizada para niños
Como ya habíamos mencionado previamente, los niños aprenden a leer más rápido de lo que aprenden a escribir. Esto trae un problema bastante claro para muchos diseñadores: la opción de búsqueda presente en muchos sitios y aplicaciones. Es un hecho que la barra de búsqueda, si se implementa de manera adecuada, mejora la experiencia de usuario. Entonces, ¿qué hacer con la barra de búsqueda en interfaces para niños?
Optimizar la barra de búsqueda para niños requiere que pensemos acerca de todas las limitaciones que posee el usuario. En el caso de que quiera buscar algo probablemente pida ayuda a algún adulto, pero de igual manera es necesario mejorar la barra de búsqueda. Algunas de las acciones a tomar es ofrecer opción de autocompletar y mostrar los resultados en una estructura sencilla, incluso puedes usar imágenes para reforzar los resultados de búsqueda y motivar el uso de la barra de búsqueda.
Transmite un espíritu lúdico en tu aplicación
Los niños aprenden jugando y disfrutan muchos los juegos. Por esta razón, desde muy pequeños ya emplean la tableta para jugar. Puedes diseñar una interfaz divertida donde haya un sistema de premios. De esta manera, los motivas a aprender y haces que los niños disfruten la estancia en tu sitio.
No sólo puedes crear un sistema de premios, que es una técnica bastante efectiva, sino también otros tipos de juegos. El objetivo es transmitir ese espíritu lúdico a tu diseño. Investiga qué tipo de juegos disfrutan más los niños a los que va dirigida la aplicación o sitio web y ve la forma de implementarlos.
No te olvides de realizar pruebas
La fase de pruebas es esencial en todo proyecto. Con los niños puede ser más complejo pues no seguirán instrucciones y puede que se hallen inquietos. Pero al observar cómo interactúan con la aplicación puedes sacar tus propias conclusiones. Verifica cuánto tiempo se tardan en realizar ciertas acciones, en acostumbrarse a la aplicación y si presentan algún síntoma de estrés o frustración por no poder realizar alguna acción. Es importante estar muy atento y tomar las notas necesarias.
En base a tus observaciones podrás mejorar tu aplicación y hacerla realmente sencilla de usar para tus pequeños usuarios.