Hay muchos factores que afectan tu productividad laboral como tus horas de sueño o tu alimentación. Sin embargo, hay ciertos factores de tu espacio de trabajo que podrían estar afectando tu productividad laboral, sin que ni siquiera lo hayas notado. Por suertes, estos 4 factores pueden ser corregidos, te los mencionamos a continuación:
Desorden
Un área de trabajo desordenada puede afectar gravemente tu productividad laboral. Es necesario tener un espacio de trabajo ordenado, que contenga todo lo necesario para que puedas realizar tus labores diarios.
El desorden puede afectar tu concentración ya que tu cerebro está tratando de procesar lo que ves de manera continua. Además, en un área de trabajo desordenada puedes perder tiempo buscando objetos que necesitas.
Te recomendamos mantener tu espacio de trabajo ordenado, así como toda la información de tu ordenador, de modo que puedas trabajar de manera más fluida sin perder la concentración.
Redes sociales
Pasar demasiado tiempo en las redes sociales también afecta tu productividad pues es una interrupción continua y si sientes que debes revisarla más de una vez al día tal vez podrías estar desarrollando una adicción.
Asimismo, también podría afectar tu humor pues, por ejemplo, te enteras de reuniones y eventos a los cuáles no puedes asistir aunque quisieras. El mal humor afecta tu motivación y tu productividad también se verá afectada. Por eso, cuando estés en horario de trabajo, nada de redes sociales.
Tu postura
Corregir tu postura es beneficioso para tu salud. Pero después de estar tantas horas sentado frente al ordenador es normal que te sientas cansado y que tu columna comience a verse afectada.
Lo primero que necesitas es una silla cómoda que te ayude a mantener la postura natural de tu columna vertebral. Asimismo, necesitas un escritorio que sea lo suficientemente alto para que puedas ver la pantalla de frente, sin agachar tu cabeza.
No olvides tomar descansos de tanto en tanto y realizar estiramientos para relajar tus músculos.
Colores
Nuestros cerebros reaccionan al color. Por ello trabajar en un espacio, por ejemplo donde existan amarillos vibrantes podría ser demasiado estimulante para nuestro cerebro. Si en realidad buscamos un ambiente propicio donde podamos realizar nuestras labores de manera eficaz es necesario elegir colores adecuados.
Una buena opción es el verde que se suele asociar con la naturaleza y resulta relajante. También podríamos emplear azul evocando el color del cielo y del mar que nos transmite paz. O podríamos emplear blanco, un color neutro pero que se asocia también a la paz y a la calma.
