Todo lo que debes saber sobre el balance de blancos

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Configurar el balance de blancos puede tener gran impacto sobre el resultado final del color en tus fotografías. Cuando ajustas el balance de blancos, básicamente le estás indicando cómo luce el color blanco en determinadas condiciones de luz y a partir de ese valor tu cámara puede ajustar los otros colores que conforman tu composición.

En esta breve guía te indicaremos que significan los ajustes de tu cámara y te daremos algunas recomendaciones para configurar el balance de blancos:

Configura el balance de blancos

Puedes ajustar el balance de blancos en el menú de tu cámara, la localización exacta de este valor varía de dispositivo a dispositivo, pero usualmente se encuentra donde se encuentra el valor ISO y otras opciones de configuración

Balance de blancos automático

La mayoría de cámaras ajusta el balance de blancos de manera automática sin importar el modo en el que esté programado. De lo contrario puedes configurarlo en modo automático en el menú de tu cámara.

El modo automático es útil si deseas hacer una toma rápida y no tienes tiempo para configurar manualmente este valor. La mayoría de cámaras no presentan problemas al ajustar automáticamente el balance de blancos, aunque los colores no quedarán igual que si hubieras configurado el balance de blancos manualmente.

Preajustes del balance de blancos

La mayoría de cámaras posee una serie de opciones predeterminadas para balance de blancos. Los nombres de estos ajustes está relacionadas con ciertos ambientes y el tipo de iluminación de éstos. Algunos de estos ajustes son “Luz de tungsteno”, “día nublado”, etc.

Configuración manual del balance de blancos

La mayoría de cámaras tienen una opción para ajustar el balance de blancos de manera manual. Si quieres hacerlo debes encontrar esa opción en tu cámara y apuntar el lente de tu cámara una superficie totalmente blanca como una hoja de papel.

Usa el formato RAW

Este formato lo presentan algunas cámara profesionales y semi-profesionales. La ventaja de tomar fotografías en formato RAW es que captan mayor información que un formato JPG y por ello facilita el proceso de edición. Eso sí, es un formato más pesado así que asegúrate que hay espacio suficiente en tu memoria SD.

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