Muchas veces, como diseñadores, solemos apegarnos a nuestras creaciones. Especialmente si hemos pasado semanas en un proyecto. Es normal sentir cierto cariño por cualquier proyecto en el que hayamos invertido energía y tiempo, pero en ocasiones ese apego que sentimos no es del todo bueno pues no nos permite movernos hacia delante.
En este artículo encontrarás que la mejor forma de desarrollo de la creatividad proviene de la destrucción de tus ideas antiguas.
No te encariñes con tus ideas
A menudo, cuando vemos nuestras creaciones y lo que hemos sido capaces de lograr, nos invade un sentimiento de orgullo y satisfacción. Cualquier crítica que recibamos de algún colega o amigo lo vemos como un ataque personal e inmediatamente defendemos a capa y espada nuestro proyecto.
Es normal y saludable recibir críticas, y como diseñadores debemos aprender a aceptar estas críticas, filtrarlas (ya que muchas de ellas no serán de mucha ayuda para tus proyectos posteriores) y aprender de ellas. Hay que tener en cuenta, que como diseñadores tenemos que crear para el público usuario y, al final, es su opinión la que más cuenta. Todas las personas son distintas y tienen gustos diversos, así que es normal que tus trabajos no gusten a determinado grupo de personas.
Hay que saber reconocer, también, cuando sentimos “apego” a nuestros proyectos sólo por el hecho de ser nuestros. Es necesario verlo desde una perspectiva objetiva y con sentido crítico, sólo de esa manera podremos mejorar. Está bien sentirse orgulloso de los proyectos que hemos realizado, pero bajo ningún concepto podemos “enamorarnos” de ellos.
Abriendo paso a las nuevas ideas
Una vez que hayamos roto ese apego que sentimos hacia nuestros proyectos, podremos enfocarnos en la creación de nuevas ideas. Y es que muchas veces, ese “cariño” que sentimos hacia algún proyecto nos impide ver nuevas ideas, nos quedamos estancados y no nos permite avanzar. La única manera de mantenerse creativo es tener la mente abierta y descartar lo viejo para abrir paso a lo fresco, a lo nuevo.
