Una de las acciones básica que realiza todo diseñador, sin importar en qué tipo de proyecto esté involucra, consiste en combinar adecuadamente texto e imágenes. Aunque suena como una tarea sencilla, colocar texto en una imagen no es tan fácil como parece. Hay que tener en cuenta el tono de la comunicación, el espacio dedicado al texto, la tipografía, entre otros. Definitivamente es una tarea que aprendes mientras más práctica y experiencia tienes. Sin embargo, hay ciertos puntos importantes a tener en cuenta cuando quieres unificar texto e imágenes en una sola composición.
Elige una imagen representativa
Las imágenes juegan un papel importante en un diseño: permiten reforzar un mensaje e incluso establecer un vínculo emocional con los usuarios. Si la imagen se alinea con tu texto, el mensaje se vuelve más poderoso y claro, puedes comunicar a tus usuarios de forma más efectiva.
Por esta razón, seleccionar fotografías o ilustraciones para tu sitio web es esencial. En la gran mayoría de casos deberás buscar imágenes disponibles en bancos de fotos. Por suerte, existen una gran cantidad de bancos de fotos y la mayoría ofrece planes bastante asequibles, incluso para pequeñas empresas. El verdadero desafío es encontrar una imagen que realmente se alinee con el mensaje de la marca. Deberás investigar en muchos bancos de fotos y una vez que encuentres la fotografía ideal, deberás realizar ciertas modificaciones a la misma.
Considera la composición
La ubicación de tu texto dentro de la composición es un factor determinante en un diseño. De manera usual, se coloca texto en algún sector dentro de una fotografía. En estos casos es importante modificar la fotografía de modo que exista un espacio ideal donde el texto puede ser ubicado, considerando los pesos visuales. Si el fondo de la fotografía tiene muchos detalles, es probable que existan ciertos problemas de legibilidad o que simplemente el fondo sea demasiado llamativo y distraiga al usuario. Puedes evitar que el fondo destaque más de lo debido al emplear un ligero efecto de desenfoque para hacer menos visibles los detalles del fondo.
Aunque la práctica usual es elegir una fotografía y realizar ciertas modificaciones al colocarla en la página de inicio de una web, también es posible realizar una composición en base a varias fotografías. Una opción es alinearlas en una cuadrícula, de esa manera, si tienes como base una grilla flexible y bien diseñada, puedes controlar el espacio y ubicación del texto. Otra opción es elegir algún elemento de alguna imagen, calarlo en algún editor de fotos y usar dicho elemento en una nueva composición. De esa manera, tienes control total sobre el tamaño del elemento, del texto e incluso el fondo.
Establece un punto focal
Uno de los componentes esenciales en toda buena composición es establecer el punto de enfoque, es decir, el elemento principal que captura la atención del usuario y sirve como origen para una correcta lectura visual de la composición. Ya que tu composición estará compuesta de imágenes y texto, sólo uno de ellos puede ser el centro de la atención. Es muy importante que decidas cuál es el más importante para que encuentres formas de hacerlo destacar. Existen técnicas conocidas para poder lograrlo, manipulando el tamaño de los elementos y su color, por ejemplo. En cuanto hayas decidido qué elemento es importante, puedes usar cualquiera de las técnicas más comunes para hacer destacar el elemento en cuestión.
Evalúa el equilibrio visual de tu composición
Otra característica importante en toda buena composición es el equilibrio. Y cuando hablamos de equilibrio, tenemos que tomar en cuenta el peso visual de los elementos y de toda la composición en general. Existe equilibrio en una composición cuando los elementos se han distribuido de manera adecuada.
Si al observar tu composición notas que todos los elementos se concentran en cierta zona, entonces no existe balance en la composición. Pero acumular los elementos en una sola sección no es la única causa de la falta de equilibrio en una composición. También podría darse por que el espaciado entre los elementos no es el adecuado.
Tienes que tener mucho cuidado al evaluar el equilibrio en tu composición, particularmente si estás trabajando con un diseño minimalista pues los errores se hacen mucho más obvios que en cualquier otro diseño.
Encuentra espacio para colocar tu texto
Como ya mencionamos anteriormente, es esencial detectar o crear un espacio donde el texto puede ser colocado. Este espacio debe ser lo suficientemente grande para que el mensaje pueda visualizarse sin problemas. Para ello es importante evaluar adecuadamente las imágenes y verificar dónde puedes colocar el texto. Las opciones ideales son aquellas fotografías que contienen espacios en blanco o áreas grandes que forman parte del fondo. Estas zonas son ideales para colocar el texto pues los visitantes pueden seguir viendo el elemento principal de la fotografía. No temas cubrir ligeramente el sujeto principal de la fotografía. Es decir, si una parte de una letra de tu texto sobrepasa el límite o espacio reservado. Si no llega a cubrir una parte esencial de la fotografía, entonces no tendrá un efecto negativo en la composición.
Mejora la visibilidad empleando el contraste
Una vez que ya tienes tu fotografía elegida y has decidido sobre el texto que la acompaña, recién empieza el trabajo. Debes modificar la fotografía, ya sea para cambiar el punto focal de la composición, para colocarla en las dimensiones apropiadas para la web o para realizar otro tipo de modificaciones asociadas a la marca como aplicar un filtro de color, por ejemplo.
Aparte de estos pasos comunes de edición, existen otras acciones que puedes realizar para mejorar la legibilidad de tu texto, todas ellas asociadas al contraste y el color.
Como ya debes saber, el color es un elemento esencial al trabajar en un diseño. La combinación de colores elegida debe reflejar la marca. Asimismo, sabes que los colores también transmiten emociones, así que es mejor elegirlos teniendo en cuenta la psicología del color. Otro punto importante a tener en cuenta es el contraste entre los colores que elijas. Por ejemplo, elegir colores complementarios es una buena idea pues estos tienen un buen contraste entre sí.
Pero el contraste no sólo debe estar presente en el color. Existen otras formas de generar contraste mediante formas, tamaños, posiciones, etc. Asegúrate de usar el contraste a tu favor para que la composición no se torne aburrida o genérica.
En conclusión…
Crear una composición no es una tarea sencilla, desde la propia selección y tratamiento de la fotografías, los colores que deben emplear y la tipografía adecuada para reforzar el mensaje, es un trabajo que debe realizarse con el mayor cuidado. Hay que tener mucha paciencia y evaluar nuestro avance en cada paso del proceso.
No existe una fórmula para crear una gran composición visual, aunque si algunos elementos mandatorios como el equilibrio, el contraste y la armonía. Mientras tengas más en cuenta estos elementos, serás capaz de crear una gran composición y unificar texto e imágenes sin mayores dificultades.