Las revisiones son parte de tu proceso de diseño. De hecho, es positivo que realices revisiones, ya sea que estés trabajando en un proyecto personal o de un cliente. Pero, en ocasiones, cuando un cliente pide pide una revisión tras otra. Esta experiencia puede ser bastante frustrante, pues justo cuando piensas que vas por buen camino, el cliente tiene una corrección menor o mayor.
En este artículo te damos 6 consejos para disminuir el número de revisiones que realizarás cuando trabajas en algún proyecto de diseño:
Desarrolla una relación saludable con tu cliente
Si desde el inicio te pones como meta desarrollar una relación saludable con tu cliente ya vas por buen camino, después de todo, la colaboración entre ambos es fundamental para sacar el proyecto adelante.
Educa al cliente sobre el objetivo de una revisión
El proceso de diseño tiene diversas fases. En base al pedido de cliente investigas y creas un boceto, esperando obtener comentarios de parte de cliente. Luego, se hacen las revisiones respectivas para poder lograr un resultado satisfactorio para ambos. En otras palabras, las revisiones son parte del proceso de diseño y no pueden evitarse.
Determina cuántas revisiones están incluidas en tu tarifa
Puede que las revisiones que decidas establecer como límite dependan mucho de la complejidad del proyecto y el conocimiento que tengas sobre el tema. Eso es perfectamente normal. Asegúrate de que ese número de revisiones que has considerado adecuado aparezca en el contrato.
Es importante también hacerle saber al cliente cómo es que manejas tu proceso para revisiones. Algunos estudios de diseño le presentan sus propuesta a cliente y le dan un plazo determinado de días para recibir todos los comentarios al respecto. Esta podría ser una gran forma de trabajar pues ya que empiezas un proyecto siempre debes establecer una fecha límite.
Mantén al cliente informado sobre cada fase de tu proceso de diseño
Mantener informado al cliente evita malentendidos y te podría ayudar a reducir las revisiones. Tampoco es necesario que le envíes un reporte que contenga cada actividad realizada, es sobre mantener informado sobre el progreso general. Por ejemplo, podrías escribirle un correo indicándole las modificaciones que realizarás en base a sus comentarios. De esa manera, se mantiene un registro de lo hablado en cada reunión para revisiones.
Acepta que el diseño es subjetivo
Habrá ocasiones en las que tu cliente y tú no podrán llegar a un acuerdo en cuanto a cuestiones de diseño. Podría ser una simple cuestión de gustos y podría preferir un color a otro. Por eso también es importante reunirse con el cliente y mostrarle tus avances. Cualquier decisión importante deberías ser discutida con el cliente. Este paso debería ser parte de tu proceso de diseño.
Por otro lado, si sientes que la decisión del cliente podría no ser acertada considerando el público objetivo, asegúrate de mantenerte firme y decírselo. Ambos quieren lograr el mismo objetivo: crear un sitio que atraiga al usuario final.
Acepta tus errores
En ocasiones podemos malinterpretar el pedido de cliente. En estos casos, sólo queda disculparse y aclarar el malentendido. Cada vez que tengas una reunión con el cliente nunca esta de más verificar las conclusiones a las que has llegado.
No temas preguntar al cliente todo lo necesario para que puedas iniciar correctamente el proyecto. Ayuda a que el cliente visualice tus propuesta mediante bocetos o prototipos.