El minimalismo no es un estilo de diseño nuevo ni mucho menos, pero ha ido adquiriendo mayor fuerza en la comunidad del diseño web en los últimos años, gracias en parte a al popularidad de los dispositivos móviles y otras tendencias que han sabido combinarse con el minimalismo.
Además, el minimalismo ofrece muchas ventajas en el campo del diseño web pues ya que existen pocos elementos distractores, permite que el mensaje sea entregado a la audiencia de manera más inmediata; sin mencionar que es sencillo de entender y suele ser bastante ligero, de modo que el tiempo de respuesta es el adecuado.
¿Qué es el minimalismo?
En el diseño web, el minimalismo se refiere al estilo cuyo enfoque se centra en deshacerte de todos los elementos innecesarios, también los elementos que funcionan como simple accesorio y no tienen ninguna función dentro del diseño. El minimalismo no es una tendencia propia del diseño web, también tiene sus trabajos inspirados en otros campos como el arte, el diseño de interiores, la arquitectura, etc. Así que no es algo nuevo, sólo que se ha adaptado bien a las otras tendencias que han ido cobrando fuerza en el mundo del diseño (como la popularización de los dispositivos móviles, por ejemplo).
Aunque no existe una fórmula para obtener un diseño minimalista, existen ciertas características que lo definen como uno:
- Elementos que se reducen a sus características elementales
- Interfaz sencilla que se enfoca en la funcionalidad
- Muchos espacios en blanco
- Paleta de colores sencilla (con pocos colores)
- Una o dos tipografías sencillas o neutras
- Contenido simplificado (como en el menú de navegación, por ejemplo)
Menos es más es una de las frases que más se emplea para referirse al minimalismo y sin duda expresa su esencia. Esta frase se refiere a simplificar tu diseño, dejar de lado los adornos y reducirlo a su forma más básica. Esto implica que debes dejar de lado las tipografías con adornos, las sombras, las texturas, las gradientes con muchos colores, etc.
El diseño minimalista se refiere a pensar en el diseño web en sus términos más básicos, es decir, el color, el espaciado, la alineación, la tipografía, el tipo de layout, etc.
Simplificar contenido
Si sólo el diseño se simplifica y no el contenido, tendríamos un conflicto de por medio. Si quieres crear un sitio web de diseño minimalista, entonces también debes tener en cuenta el contenido. De hecho, simplificar tu contenido te puede ser útil al momento de pasar a los detalles del diseño, pero desde el inicio, desde que empiezas a hacer bocetos del layout, debes trabajar con un contenido sencillo, un contenido que haya sido simplificado. Desde las secciones del menú hasta el texto que piensas presentar en la página.
Para poder darte cuenta si tu contenido es los suficientemente sencillo puedes hacerle las siguientes preguntas:
- ¿Es fácil entenderlo?
- ¿Puede ser explicado a los usuarios?
- ¿Se usa un lenguaje sencillo y coloquial? ¿Las imágenes también refuerzan la idea de minimalismo?
- ¿Se puede comprender el mensaje sin necesidad de dar mayores explicaciones?
La respuesta a todas estas preguntas debe ser sí. Si dudas en alguna de ellas deberás revisar nuevamente tu contenido para poder simplificarlo al máximo.
Seleccionar colores
A menudo el minimalismo se relaciona con el diseño en blanco y negro. Si bien esta es una situación común, no implica que el minimalismo y una paleta de colores más viva sean incompatibles. El secreto está en simplificar tu selección de colores: debes comenzar por buscar colores cuya saturación y tono sean parecidos dentro de la rueda del color. Emplea dos colores como máximo, aunque podrías aventurarte y usar 3, pero es más complicado lograr el minimalismo. No imposible, pero sí más complicado.
Al elegir los colores también piensa en el uso que les darás, qué color emplearás como fondo, cual usarás para la tipografía, cuál usarás para dar acento a ciertos elementos o emplearás otra forma para resaltar dichos elementos. Recuerda que el color no es la única manera en la que un elemento puede captar la atención de tu audiencia.
Seleccionar tipografías
Al igual que tu selección de colores, las fuentes que elijas para tu proyecto de diseño web minimalista deben ser sencillas. Una opción común, y no sólo exclusiva de diseños minimalistas, son las fuentes sans-serif. Debido a que no poseen remates, son a menudo más sencillas, pues en ocasiones el remate suele ser considerado un adorno y en algunas fuentes se suele alargar o exagerar.
También debes considerar el peso de tus fuentes, usualmente se suelen elegir tipografías de bastones semi-gruesos, aunque podrías usar una tipografía de bastones gruesos para el texto principal. Todo depende de tu diseño particular.
Elegir fuentes sans-serif de bastones delgados y semi-grueso no es una regla que debes seguir, siempre y cuando la tipografía sea legible, estás ante una buena opción tipográfica. Aunque se suele decir que las tipografías sans-serif funcionan mejor en diseño digital, puede no ser necesariamente el caso de tu diseño.
Usar muchos espacios en blanco
El espacio en blanco existe en todo proyecto web. Es lo que permite dar descanso visual a tu audiencia y además permite agrupar y desagrupar ciertos elementos. Entonces, el espacio en blanco se encuentra presente en todo tipo de proyecto web.
En un diseño minimalista, los espacios en blanco suelen ser áreas más grandes que en otro tipo de diseño. Se podría decir, incluso, que el espacio en blanco es uno de los elementos clave del diseño minimalista.
Debes pensar en el espacio en blanco como un todo, de hecho cuando recién empiezas un proyecto el papel es un lienzo en blanco, donde irás, primero desarrollado la estructura para llenarlo de elementos. Desde el inicio, desde los bocetos del layout ya comienzas a tener una visión de los espacios en blanco aunque funcionan más como grupos. Más adelante en el proceso tendrás una visión más clara del espaciado entre elementos, que también es un espacio en blanco, sólo que se podría decir que a menor escala.
Editar nuevamente tu diseño
Una vez que tengas los bocetos iniciales, deberás simplificarlo aún más. Sabemos que puede ser un proceso complicado y tal vez pienses que ya has simplificado lo más que has podido, pero te podrías encontrar con ciertas sorpresas al analizar nuevamente tu trabajo.
Es mejor analizar tu sitio por partes y verificar si los elementos son relevantes teniendo un punto de enfoque, por ejemplo, si analizas primero la página de inicio. Si notas que hay algún elemento que se puede eliminar sin afectar el mensaje que se quiere transmitir o el propósito del sitio, es un indicador de que tu diseño puede simplificarse aún más. Los elementos que elimines de ciertas secciones puedes reorganizarlos o añadirlos a otras secciones donde son más relevantes.
