Como diseñador, es bastante probable que en algún punto de tu carrera trabajes en equipo y debas pasar un archivo PSD a otro diseñador. Puede que ya hayas trabajado de esta manera y hayas recibido archivos de otros diseñadores. En algunos casos has recibido un archivo correctamente organizado en capas, mientras que en otras ocasiones tal vez has debido verificar cada capa y encargarte de colocarle un nombre o pedirle a la persona que te lo ha enviado que lo ordene para que puedas trabajar más fácilmente.
De cualquier forma, puede ser bastante estresante recibir un archivo que no ha sido correctamente revisado y que puede ser trabajado de forma colaborativa. Para evitar frustrar a los miembros de tu equipo y dar una buena impresión profesional, te mencionamos algunas normas o reglas básicas que debes tener en cuenta si deseas trabajar de forma colaborativa en Photoshop.
Nombra y ordena tus capas
Aunque es una acción simple, nombrar tus capas es la primera norma que debes seguir para evitar malentendidos. El título debe ser descriptivo y corto para que pueda visualizarse dentro del panel de “Capas”.
Pero eso no es todo, una vez que hayas nombrado tus capas de manera adecuada debes asegurarte de agruparlas. En Photoshop, puedes añadir varias capas a un solo grupo, lo cual es de gran ayuda cuando se trata de un archivo con una gran cantidad de capas.
Realizar estas dos tareas también sirve para eliminar capas vacías, innecesarias o de prueba que puedan existir en el archivo.
Guarda tus trazados
Gracias a la herramienta Pluma puedes dibujar formas complejas o inusuales. También se puede utilizar para realizar selecciones precisas, aunque en las últimas versiones de Photoshop la herramienta “Varita Mágica” ha mejorado considerablemente, así que es posible que la herramienta Pluma haya sido dejada de lado para realizar este tipo de labores.
De cualquier forma, esta herramienta es de utilidad para dibujar trazados de ciertas formas. Luego puedes optar por rellenar ese trazado o convertirlo en alguna selección. Sea cual sea la acción que decidas tomar, hay una tarea que no debes olvidar: guardar tus trazados. Una vez que hayas terminado con tu trazado, pincha en la pestaña “Trazados” que encontrarás dentro del panel de “Capas”. Allí solo debes dar un clic para nombrar cada uno de tus trazados.
Al nombrar tus trazados los estás guardando, lo que implica que otras personas no sólo pueden verlo, sino también modificarlo como mejor les convenga.
No alargues texto o trazados
No estires de manera desigual texto o trazados. Siempre que deseas modificar el tamaño de estos elementos, hazlo de forma proporcional presionando “Shift” cada vez que realices alguna “Transformación libre” en Photoshop. Esto evitará que el texto o los trazados luzcan extraños.
Si notas que la proporción de estos elementos no es adecuada para el diseño, modifica el kerning o el tracking, elige una nueva fuente que cumpla con las características que deseas o dibuja nuevamente el trazado teniendo en cuenta las proporciones que necesitas.
Alargar o estirar tus imágenes es una de los errores que suelen cometer principiantes o personas que no se dedican al diseño. Evita lucir poco profesional y modifica tus textos y trazados de forma proporcional. Esta misma regla se aplica a las imágenes, así que definitivamente tienes que tomarla en cuenta.
Crea carpetas con las fuentes e imágenes utilizadas
No basta con enviar el archivo con las capas correctamente ordenadas, es necesario que también organices todos los recursos que has utilizado en el diseño. Esto incluye cualquier fotografía o imagen que se encuentre de manera total o parcial en el diseño. Asimismo, todas las fuentes utilizadas deben estar en una carpeta para que la persona que reciba el diseño pueda instalarlas y visualizar sin problemas en archivo.
En el caso de las fuentes es bastante obvio la razón por la cual tienes que enviarlas. Sabes que cada vez que abres un archivo en Photoshop, debes tener instaladas todas las fuentes que se emplean en el diseño para poder visualizarlas. Caso contrario, se reemplazarán por una fuente estándar. Para evitar esta situación y asegurar que el diseño pueda ser visualizado correctamente, organiza todas las fuentes utilizadas en una carpeta.
En cuanto a las imágenes, estas sí se pueden visualizar correctamente incluso si no tienes los archivos fuente. Sin embargo, si estás trabajando en equipo y es posible que la persona a la que lo envíes, realice modificaciones, es necesario que envíes también todas las imágenes empleadas en tu diseño.
Coloca un nombre descriptivo a tus archivos
Como ya hemos mencionado, es esencial que nombres apropiadamente cada capa y grupo dentro de tu archivo Photoshop. Pero esta regla no solo debe aplicarse a las capas del archivo, sino también al nombre de archivo Photoshop que enviarás, así como a las carpetas y recursos que envíes junto con el archivo PSD que has trabajado.
Una forma sencilla de nombrar descriptivamente tus archivos es colocar el nombre de la empresa, el tipo de diseño, las dimensiones del mismo y la versión del archivo. Por ejemplo, un nombre apropiado se vería de la siguiente manera:
CocaCola_LandingPage_Tablet_V2
En este caso, hemos cambiado las dimensiones por una características igual de descriptiva. De esta forma, se sabe que el diseño particular es específico para tabletas. Pero las dimensiones también pueden ser de ayuda, particularmente si se trata de banners, como por ejemplo:
CocaCola_Banner_300x250_V1
Es posible que se trabajen en banners de diferentes tamaños para una misma campaña, así que nombrarlo de esta manera puede ser especialmente útil, tanto para ti como para los miembros de tu equipo.
En conclusión…
Todas estas normas son sencillas de seguir, no requieren ningún esfuerzo extra de tu parte y te permiten trabajar de forma más ordenada, sin mencionar que son ideales cuando trabajas en equipo. Cuando hayas formado un hábito y sigas estas reglas sin realmente pensarlo, podrás trabajar de forma más ordenada con tus archivos, así como organizar adecuadamente todos los archivos pertenecientes a un mismo proyecto.