En la actualidad, la experiencia de usuario en dispositivos móviles es esencial para lograr que un visitante se convierta en un usuario activo. Es decir, que no sólo el usuario se decida a descargar e instalar la aplicación, sino que tras el primer uso decida usar la aplicación una y otra vez. Esto implica que la primera experiencia del usuario debe ser óptima, de esta manera se convierte en un usuario activo.
Como habrás podido imaginar, mucho de este proceso de logra mediante una interfaz intuitiva y sencilla de usar. También es común introducir tutoriales o consejos útiles la primera vez que un usuario ingresa a una aplicación. Sin embargo, eso no es todo. La optimización de interfaces se está convirtiendo en un estándar, cada vez hay más personas interesadas en este tema pues es realmente un requisito básico en una aplicación exitosa.
Debido a la gran competencia que existe en el mercado de aplicaciones móviles debes ofrecer no sólo una gran interfaz de usuario, sino ofrecer una solución a un problema. Deberás estudiar a tu competencia, verificar que funciones ofrecen y cuáles son del agrado de los usuarios, así como entender las necesidades de tu público objetivo. El éxito de tu aplicación no sólo depende de la interfaz, sino de la idea que se encierra detrás de la aplicación, es decir ¿qué problema solucionas o ayudas a solucionar a tus usuarios?
Desde el primer uso debes mostrar todo lo que tu aplicación tiene para ofrecer y destacar las características de la misma, de modo que el usuario vea por sí mismo lo útiles que son.
¿Cómo mejorar la primera experiencia de usuario en aplicaciones móviles?
Un buen punto de partida para mejorar este proceso es entrevistar a los usuarios recurrentes de tu aplicación. Es decir, aquellos que han descargado la aplicación y la utilizan a menudo. Realiza una serie de preguntas que te ayuden a entender qué es lo que los usuarios más aprecian sobre tu aplicación y cómo les ayuda a solucionar diversos problemas o situaciones. Asimismo, puedes preguntarles sobre las opciones que les gustaría mejorar o tal vez funciones extras que desearían que tuviera la aplicación.
De una manera ideal, la primera experiencia de usuario en una aplicación móvil destaca las mejores características de tu aplicación para poder convertir a los usuarios eventuales en usuarios activos. Este proceso puede ser todo un reto debido a la gran competencia que existe. Debes tener muy en claro quienes son tus usuarios y qué es lo que necesitan, de esa manera podrás ofrecerles una aplicación que sea adecuada para ellos.
Aunque no existe una fórmula mágica para realizar un proceso exitoso pues mucho depende del tipo de aplicación que crees así como de tu público objetivo, sin embargo, hay ciertas acciones que podrían ser efectivas para poder lograrlo. Te las mencionamos a continuación:
Tutoriales interactivos
Los tutoriales pueden ser realmente efectivos e incluso necesarios para que el usuario conozca cómo acceder a ciertas funciones de la aplicación. Sin embargo, aunque se puede considerar como necesario, puede que el usuario no desea verlo y decida explorar la aplicación por cuenta propia. Esta es una decisión válida para el usuario, así que no deberías obligarlo a revisar el tutorial para poder acceder a la aplicación. Lo que sí puedes hacer es recordarle mediante notificaciones que el tutorial está disponible y puede verlo cuando desee.
Lo esencial de los tutoriales es que sean bastante interactivos, se debería mostrar al usuario las acciones a realizar de forma visual. Por supuesto, usar un texto de apoyo también es válido, pero gran parte de la comunicación debería lograrse de manera visual.
Hay que ser bastante cuidadosa al diseñar un tutorial pues debe ser claro y conciso. De manera ideal debería ser capaz de completarse en unos minutos.
Gestión de permisos de uso de la aplicación
Pedir al usuario permisos para que la aplicación pueda realizar ciertas acciones es usual en muchas aplicaciones. Sin embargo, debe hacerse de manera cuidadosa y sobre todo, en el momento adecuado. Usualmente estas notificaciones aparecen antes de que hayamos realizado una acción e interrumpen el flujo de uso de la aplicación. Esta interrupción puede causar una mala impresión en el usuario e incluso puedo llegar a ser una molestia para muchos usuarios.
La aplicación sólo debe pedir permisos cuando sea absolutamente necesario, por ejemplo cuando requiere cierta información del dispositivo para poder continuar o realizar alguna acción específica.
Acceso sin formularios de registro
La simpleza de los formularios de registro son un factor esencial para poder captar usuarios. Muchas aplicaciones se han olvidado del formulario de registro y sólo hace falta que los usuarios descarguen la aplicación para poder usarla.
Plantéate la posibilidad de eliminar el formulario de registro si no es necesario para el uso de tu aplicación. Por otro lado, si realmente necesitas que el usuario se registre para poder continuar, entonces puedes optar por ofrecer el registro mediante Facebook o Twitter. Esta es una de las opciones más populares en aplicaciones pues para el usuario es un proceso sencillo y rápido. Se olvida de rellenar campos como nombres y apellidos, nombre de usuario, teléfono, etc. Sólo debe colocar su cuenta de Facebook, su contraseña y listo. En cuestión de segundos ya se encuentro registrado. No sólo es un proceso rápido, sino que evita que el usuario acumula nombres de usuario y contraseñas para cada aplicación que usa en su dispositivo móvil.
Notificaciones y alertas no intrusivas
Es mucho más común que aplicaciones de redes sociales presenten notificaciones pues te informan cada vez que alguien ha comentado sobre alguna publicación tuya, si tienes una nueva solicitud de amistad, si has recibido un nuevo mensaje, etc. Sin embargo, no son el único tipo de aplicaciones que tienen notificaciones. Muchos juegos también informan al usuario cuando ya ha recuperado energía o vida o cuando se ha desbloqueado un nuevo nivel especial por tiempo limitado.
Las notificaciones son la forma de que el usuario recuerde nuestra aplicación. Sin embargo, deberían tener un uso claro para el usuario. Es decir, deberían ofrecer información que al usuario le interesa. Y por sobre todo, no deberían ser intrusivas o molestas para el usuario. Por ejemplo, si la aplicación envía algún recordatorio de actualización debería ser enviado en intervalos de tiempo considerables, digamos cada 3 ó 5 días. Una notificación que se podría considerar intrusiva es aquella que se envía cada hora y te ofrece la misma información. Este tipo de notificación podría ser una molestia para el usuario, así que debes tener cuidado al momento de decidir qué tipo de notificaciones ofrecerá tu aplicación.
En conclusión…
La primera experiencia de usuario en aplicaciones móviles en definitiva es esencial para asegurar que tus visitantes se conviertan en usuarios activos y en este artículo hemos repasado algunas de las interacciones que debes tener en cuenta para mejorar esta experiencia de usuario. Sin embargo, eso no es todo. Lo realmente esencial es comprender a tu público objetivo, entender sus necesidades y saber responder a ellas mediante las funciones y características de tu aplicación.