Como diseñador web, trabajar en equipo es una labor que tarde o temprano deberás realizar en tu carrera, incluso si trabajas como freelance. Aunque es menos probable en este caso, pero puede que en algún punto debas trabajar con un desarrollador, un especialista en SEO, un diseñador de experiencia de usuario, etc. Trabajar con todas esta personas es una experiencia nueva que realmente te ayudará a crecer como profesional.
Incluso como freelance, en cada proyecto que aceptas trabajas en equipo con tu cliente. Aunque la relación que se forma entre tu cliente y tú es diferente que la relación con cualquier otro profesional, finalmente están uniendo fuerzas para finalizar el proyecto. Por esta razón, en este artículo te ofrecemos algunos consejos para trabajar de forma efectiva con tus clientes en cada nuevo proyecto de diseño que aceptes.
Entiende las necesidades y objetivos del cliente
Uno de los malentendidos más comunes se suele dar en lo que respecta a los objetivos de cierto proyecto. Esta situación puede llevar a que el cliente tenga expectativas muy distintas a los primeros bocetos que presentas y a fin de cuentas puede causar que el proyecto se prolongue más tiempo del necesario.
Para evitar situaciones como esta, asegúrate de que comprendes los objetivos del proyecto en base a las entrevistas con el cliente. Nunca está de más cerciorarte de los puntos discutidos en un reunión, así que le puedes pedir confirmación al cliente sobre los objetivos que has podido reconocer según lo hablado en las reuniones realmente coordinan con lo objetivos de su negocio o el proyecto específico. En cierto casos, el cliente tiene muy en claro cuáles son los objetivos del proyecto, mientras que en otros casos deberás asegurarte de hacer las preguntas adecuadas para averiguar los motivos por los cuales el cliente ha decidido realizar el proyecto en primero lugar.
Mantente firme cuando sea necesario
Si bien es importante escuchar al cliente para estar al tanto de los objetivos del proyecto, así como considerar la sugerencias para que el cliente esté satisfecho con el resultado final, en ocasiones las sugerencias del cliente simplemente no son acertadas. En ocasiones, puede que el cliente insista demasiado en una idea o sugerencia. Dado que tú eres el experto es importante que le expliques al cliente por qué dicha idea no es la más ideal para el proyecto. Finalmente, no estás diseñando para tu cliente sino para los usuarios finales.
Es esencial que guíes a tu cliente cuando sus sugerencias simplemente no tienen validez ya que se pueden tratar de preferencias personales. Si pones en perspectiva que estás diseñando para el público objetivo y por qué es importante que el diseño sea para ellos, entonces es probable que el cliente ceda. Sin embargo, debes encontrar la manera de no intimidar a tu cliente y no hacerlo sentir que sus comentarios no tienen un propósito.
Vende tus ideas
Así como es importante reconocer y explicar por qué ciertas sugerencias de tu cliente pueden no ser efectivas o beneficiosas para el proyecto, debes aprender a vender tus propias ideas. Tal vez, al inicio, el cliente no se percata de la importancia de cierta decisión de diseño. Es normal que no lo haga, esa es tu área de experiencia y por ello has sido contratado por el cliente. En estos casos, es importante explicar al cliente los beneficios de dicha decisión y cómo es que has llegado a esa solución para el diseño. Si le explicas que existe una razón específica detrás de cada elemento de diseño, entonces el cliente comprenderá que las decisiones que has tomado no son aleatorias y que todo tiene un propósito dentro de la composición.
Aprende a lidiar con las críticas
Como diseñador, debes acostumbrarte a recibir críticas y que ciertas ideas sean descartadas por el cliente. Puede ser complicado no tomar estas críticas como algo personal, pero recuerda que sólo una idea particular no es del agrado de tu cliente y no es que esté dudando de tus habilidades como diseñador.
La crítica y el rechazo de tus ideas son parte esencial de trabajar en proyectos con clientes, muchas veces el cliente tiene ideas propias y los bocetos que presentas simplemente no se corresponden. Sigue trabajando en nuevas ideas y bocetos, asimismo pregúntale al cliente porque una idea en particular no le agrada. Esto podría llevarte más cerca de descubrir exactamente cuál es la imagen o idea del cliente.
No limites las revisiones
Como diseñador debes saber lo mucho que puede cambiar un diseño desde el boceto inicial hasta su versión final. La realidad es que, incluso cuando un boceto está aprobado, es común que en cada fase se introduzcan cambios, a menudo pedidos por el cliente. Para mantener cierto orden y trabajar de manera más eficaz, muchos diseñadores involucran al cliente desde las fases iniciales no sólo al establecer vías de comunicación y resolver sus dudas, sino también al entregar avances y recibir comentarios por parte del cliente. Usualmente a este proceso se suele conocer como revisiones y para evitar que el cliente solicite muchas correcciones, se le suele dar un tiempo para que analice el avance y luego envíe como respuesta en una lista todas las correcciones que deben hacerse.
Si bien es positivo explicar este proceso al cliente y establecer en qué fase exactamente funcionan las revisiones, no deberías limitarlas. Es decir, está bien indicar a tu cliente que sólo se aceptan dos o tres revisiones en todo el proceso, pero no deberías limitar los cambios que deben realizarse.
En conclusión…
Colaborar con otras personas es una excelente experiencia que te ayuda a crecer como diseñador. Puede que pienses que trabajar en equipo con tu cliente realmente no es posible o no te ofrece ningún beneficio, pero ese no es el caso. Involucrar a tu cliente en el proceso de diseño presenta diversos beneficios, uno de los más importantes es que se pueden evitar malentendidos. De esta manera, te mantienes a la fecha con las entregas y terminas el proyecto cuando debe ser finalizado. Además, con cada cliente con el que trabajes aprendes a lidiar con ciertas situaciones. De manera que cuando se repiten en algún otro proyecto y con otro cliente, ya tienes una estrategia para solucionarla.