Las fuentes manuscritas pueden ser un excelente recurso para tus proyectos de diseño. Muchos diseñadores no se atreven a usarlas por los obvios problemas de legibilidad que se generan y es bastante cierto. Muchas fuentes manuscritas presentan este tipo de problemas y por lo tanto hay que ser cuidadoso al emplearlas.
Si estás pensando en usar fuentes manuscritas, te animamos a que pongas manos a la obra. Eso sí, hay ciertos puntos a tener en consideración sobre este tipo de fuentes, así que lee este artículo antes de empezar a diseñar.
Úsalas moderadamente
La principal dificultad de usar fuentes manuscritas es que puedes encontrar problemas de legibilidad, ya sea porque existen letras que se pueden confundir fácilmente con otras o porque la fuente tiene una serie de detalles que le pueden jugar en contra. Por esta razón, las fuentes manuscritas se emplean con moderación y usualmente se utilizan como elemento decorativo en alguna composición. Por supuesto, el hecho de que sean usadas como decoración no implica que no apoyen el mensaje que se desea transmitir, sino que esa fuente cumple ambos papeles.
Una de las mejores prácticas que puedes realizar al incorporar una fuente manuscrita en tus diseños es usarlas con moderación y cuando realmente dicha fuente se alinee con el mensaje que desea transmitir el diseño. No sólo para evitar problemas de legibilidad, sino también para que la fuente manuscrita realmente capte la atención de tus usuarios. Si la empleas en todo el diseño, la fuente de algún modo pierde el poder de impactar a tus usuarios.
No sólo busques fuentes cursivas
Una de las primeras ideas que nos vienen a la mente cuando alguien menciona la palabra “fuente manuscrita” es la imagen de una letra cursiva. Aunque existe un gran cantidad de fuentes manuscritas que cumplen con esta característica no necesariamente tiene que ser así.
La peculiaridad de las fuentes manuscritas es que parecen hechas a mano y como sabemos no todos escribimos con letra cursiva. En realidad, las fuentes manuscritas pueden tener una gran variedad de estilos, depende de ti elegir la que sea más adecuada para tu proyecto. Así que no te limites a elegir fuentes con características cursivas, revisa otras posibilidades, puede que la tipografía perfecta para tu proyecto sea una que tiene trazos desiguales y de algún modo se va más desordenada. O tal vez alguna que parezca hecha con algún tipo de pincel.
Recuerda que las fuentes manuscritas varían en estilo. Dependiendo del estilo pueden ser apropiadas para una gran variedad de proyectos. Encontrarás desde las típicas fuentes manuscritas hasta algunas que incluso parecen garabatos o hechas con plumones.
Úsala en un proyecto de identidad de marca
Una fuente manuscrita es perfecta para marcas personales. Seleccionar una fuente manuscrita que tenga ciertas características que puedes asociar a tu marca puede ser perfecta para incorporar a tu logo. Si deseas que tu marca sea realmente única lo que se recomiendo usualmente es comprar una tipografía y modificarla ligeramente. Si tu presupuesto lo permite podrías encargar a un tipógrafo una fuente personalizada y si sientes pasión por la tipografía puedes intentar crear tu propia fuente según los valores de marca. Incluso podrías crearla usando como base tu propio nombre escrito en algún papel. Sólo deberías escanearlo o tomarle una buena foto para poder empezar a modificar tu tipografía.
Utilízala para dar énfasis a alguna palabra
Hay diversas técnicas para poder crear énfasis en una composición. Uno de los recursos más usados es usar un color distinto que contraste con los otros elementos. También es usual colocar énfasis mediante tamaño (el elemento que tiene mayor tamaño es el que capta la atención de los usuarios). El principio de estos dos recursos es el mismo: el elemento que es diferentes del resto tiene el potencial para captar la atención de tus visitantes. La tipografía no es la excepción a esta regla y si bien puedes emplear una sola tipografía con diversos estilos y llamar la atención de tus usuarios mediante el uso de estilos especiales como negritas o cursiva, también es posible usar una tipografía distinta.
En ocasiones este contraste se logra mediante el uso de dos tipografías. Tal vez, muchos diseñadores prefieren mantenerse alejados de esta técnica de diseño pues es complicado combinar tipografías. Sin embargo, si lo haces correctamente puedes lograr un gran impacto en el público.
Úsalas como elementos decorativos
Las fuentes manuscritas pueden ser perfectas para crear elementos decorativos. Esto no implica que el mensaje no sea importante, sino que debido a las variaciones estilísticas de este tipo de fuentes fácilmente puedes lograr un excelente diseño. Para el fondo puedes emplear patrones de diseño, gradientes e incluso fotografías para poder potenciar más aún el mensaje. Sólo debes tener cuidado al momento de colocar el texto pues la legibilidad también se ve afectada por el contraste entre el fondo y el texto.
Además, al crear elementos decorativos pueden admitir problemas de legibilidad, siempre y cuando no sean muy graves e incluso tal vez pueden ser solucionados aumentando el puntaje o modificando el espaciado entre caracteres. Para usar fuentes que presenten ligeros problemas de legibilidad limita aún más el uso a sólo un par de palabras o caracteres. También será de ayuda que este texto sea más grande que el resto. Prueba valores hasta que halles el adecuado para tu proyecto. Si la fuente presenta demasiados problemas de legibilidad, entonces descártala.
En conclusión…
La tipografía manuscrita, debido a la variedad de estilos en que puede presentarse, puede ser un gran recurso para gran parte de tus proyectos de diseño web. Puede ser complicado emplear una tipografía manuscrita, pero esperamos que estos consejos te puedan guiar hasta cierto punto y te animes a emplear fuentes manuscritas en tu próximo proyecto.