Uno de los principales obstáculos para crear tienda online es establecer un vínculo de confianza con sus clientes. Si bien es cierto que el número de personas que optan por una tienda online ha aumentado considerablemente, hay que tener en cuenta que serán compradores extremadamente cuidadosos por la misma razón de que no pueden ver los productos en vivo y en directo. Esta es una de las situaciones donde notamos la importancia del diseño web, especialmente cuando se trata de una empresa.
A continuación, listamos ciertos puntos a tener en consideración si deseamos establecer nuestro propia tienda online y fidelizar a nuestros clientes.
Diseño pulcro y atractivo a la vista
Para diseñar un sitio web que nos permita construir una relación de confianza con el público, es necesaria una layout simple y navegación intuitiva. Si tienes dudas, puedes revisar webs de negocios ya establecidos a los cuáles les va de maravilla, como Amazon, por ejemplo.
Mantén las normas tradicionales
Muchos usuarios no parecen notarlo, pero están acostumbrados al funcionamiento de los sitios web. Saben que pinchar sobre el logo los llevará a la página de inicio, cuando posan el cursor sobre algún botón esperan que se de algún tipo de acción en la pantalla. Si no sucede como es debido, puede inquietar al visitante en un nivel subconsciente.
Aunque puede ser tentador romper las normas tradicionales e intentar ser innovador, siempre ten en cuenta el riesgo que esto puede implicar.
Agrega un toque humano
Los usuarios no confían en sitios web, sino en las personas que están detrás de estos sitios. Por eso, es importante darle personalidad al diseño web, dependiendo del rubro al que te dediques y lo que quieras transmitir a tus clientes. Que tu mensaje sea claro y congruente.
Un excelente punto de partida es identificar, investigar y analizar a tu público objetivo. Esta investigación te dará los medios para poder comunicarte con tus clientes de manera más efectiva. Seguramente te llevará mucho tiempo, pero verás que bien vale todo el esfuerzo.
Tono de la comunicación
El tono de comunicación, es decir, el lenguaje que emplees en las diferentes secciones de tu sitio web tiene que ser sencillo y amigable, como si estuvieras hablando cara a cara con tus clientes. No es una norma inflexible, puede variar dependiendo del tipo de productos que vendas. Sin embargo, procura siempre utilizar un lenguaje persuasivo, ni tan complicado de entender. Divide tus párrafos de contenido para que estos sean más comprensibles.
Recuerda que la personalidad de tu sitio web no sólo debe verse reflejada en el mismo diseño, sino también en tu contenido.
Espacio en redes sociales
No podemos negar la importancia que han tomado las redes sociales en el campo de la publicidad. Muchas grandes empresas emplean un extenso equipo de expertos en redes sociales pues saben que ayudará a que su compañía se vea más humana a los ojos de sus clientes. No necesitas ser una multinacional para poner en práctica esta estrategia: tener una cuenta en Twitter y Facebook hará maravillas por tu negocio.
Demostración social
Si estás pensando en establecer una tienda online es esencial que contenga un sistema de comentarios y/o puntuaciones. Esto no sólo hará sentir a tus clientes que realmente te preocupas por ellos sino que ayuda a que otros potenciales clientes tengan la seguridad de que el servicio o producto que se ofrece es de calidad. De esa forma, las posibilidades de compra aumentan considerablemente.
Si tienes en cuenta estos consejos la próxima vez que diseñes un sitio web, especialmente si es para ofrecer algún producto, lograrás una vínculo con tus clientes, que es el paso previo para establecer una relación de confianza. Recuerda que en todas las relaciones humanas la confianza no se regala, se gana. Estamos lidiando con humanos y, por lo tanto, este principio no cambia.
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En las tiendas físicas podemos apostar por las tarjetas de puntos o de plástico para fidelizar a los clientes. En el caso de una tienda online una tarjeta de plástico puede no ser útil, pero sí una tarjeta ‘virtual’. Aún así, entidades como la UOC dan a sus alumnos tarjetas de plástico para identificarles como alumnos y ofrecer descuentos en sitios físicos reales.