Ser crítico con tu trabajo es una gran característica y algo que todo diseñador debería poner en práctica. Sin embargo, a menudo, tú eres tu peor crítico y llegas a un punto en que nada te parece suficiente y no importa cuantas modificaciones realices parece que nunca estás satisfecho con el resultado. Este nivel de autocrítica puede llevar a reforzar las dudas y ser el desencadenante de un bloqueo creativo, incluso puede llegar a limitarte en el plano creativo.
En este artículo te damos algunas técnicas y ejercicios para que te acostumbres a liberar tu creatividad sin miedo alguno. Estas técnicas te ayudarán a generar confianza en ti mismo, de modo que el auto criticismo se mantenga a un nivel promedio y no afecte la creatividad que posees.
Desata tu creatividad
Esta popular técnica es realmente útil en el proceso creativo. Puedes expresar ideas mediante gráficos o de forma escrita, depende totalmente de ti. Aunque definitivamente podrías realizarlo en un ordenador o tableta, te recomendamos emplear lápiz y papel. Existe algo realmente relajante y es bueno para la creatividad realizar garabatos en papel.
Como técnica creativa también puedes intentar la asociación de palabras. Empiezas con una idea y en una nueva hoja, la colocas en el centro. Alrededor escribes palabras relacionadas. Conforme pase el tiempo y tengas más palabras comenzarás a notar que has comenzando a relaciones tu palabra principal de modo más amplio. Y este es justamente el propósito de este ejercicio: intentar romper con los patrones clásicos en que trabaja tu cerebro y ofrecerte una vista más amplia.
Infórmate y lee
Estudiar y leer sobre temas que te interesan demuestra la curiosidad que sientes. Nunca debes dejar que esa curiosidad muera, es gran parte de ser creativo. Realizar cosas nuevas siempre es todo un reto, en ocasiones incluso puede dar miedo. Pero si te acostumbras a buscar información, leer y buscar nuevos temas ya sea porque quieres escribir en tu blog al respecto o es para algún proyecto es una gran idea.
Organiza una lista de blogs o sitios web que ofrecen información útil y valiosa para ti. Tener una base de datos te permitirá encontrar información de manera más sencilla. Es probable que esta base de datos vaya creciendo poco a poco y que cada vez que quieras leer cobre un tema nuevo debas buscar un blog especializado. Pero cuando ya haya pasado cierto tiempo, ya tendrás una lista lo suficientemente grande y podrás ahorrar tiempo en el futuro.
El objetivo de informarte sobre temas nuevos no sólo tiene que ver con vencer la incomodidad que sentimos al hacer algo nuevo, sino que también es bueno para alimentar la curiosidad y creatividad.
No temas cometer errores
A nadie le gusta fallar, sin embargo, es parte de la vida. Aprendemos de nuestros errores, sin embargo, es sencillo perder la voluntad al sentir que hemos fallado e incluso de manera inconsciente puede ser el desencadenante de un bloqueo creativo. También podría ser la razón por la que uno se empeña en probar fórmulas conocidas y quedarse dentro de un espacio que considera “seguro”. Por eso es tan importante que sepas como afrontar esta situaciones y definitivamente necesitas mucha fuerza de voluntad en momentos como éste. Lo importante es no sentir que hemos fallado y que no existe forma de resolverlo, es más sencillo volver a levantarse si sólo lo vemos como un error, un error del que debemos aprender.
No temas cometer errores, todo el mundo los comete y es necesario que reflexiones sobre ellos para que aprendas como puedes hacerlo mejor la próxima vez. Mantén tu espíritu en alto para que puedas aceptar tu errores, aprender de ellos y seguir adelante.
Visto desde otra perspectiva, es mucho mejor cometer errores pues al menos implica progreso. Es como cuando empiezas la fase de bocetos del proceso de diseño. Sabes que muy probablemente los primeros bocetos no serán buenos y tendrás que descartarlos hasta que, poco a poco, llegas al concepto que será la columna vertebral de tu proyecto.
Práctica y más práctica
“La práctica hace al maestro”. Por más que suene cliché, no hay frase más cierta. Es necesario practicar para poder mejorar, se da en todos los campos, pero este dicho es más notable cuando hablamos de arte. Digamos que quieres aprender a dibujar, empezaríamos dibujando bodegones. Y estos bodegones estarían basados en modelos reales, es decir, si quieres aprender a dibujar debes primero copiar elementos reales. Luego te puedes dedicar, si así lo deseas, al arte abstracto e incluso surrealista.
Copiar es parte de aprender y es una excelente manera de practicar. Claro, también te hace falta cierto tipo de conocimiento teórico, pero se debe complementar necesariamente con horas de práctica. Tomar referencias y comenzar a copiar es fundamental para aprender, por ejemplo, si queremos dominar cierto programa es más sencillo aprender sobre las herramientas mediante pequeños proyectos y tutoriales. Cuando ya estamos a un nivel más avanzado, sabemos cómo lograr ciertos efectos sin necesidad de recurrir a un tutorial.
Definitivamente, la práctica debe formar parte de rutina. Si vas sintiendo que tus habilidades mejoran poco a poco, será positivo para ti a nivel creativo, pues sentirás que los límites se van expandiendo. Es decir, tu nivel de habilidad no es un problema para un proyecto, no se quedará estancado si cuentas con las habilidades necesarias.
Sé espontáneo
Existen ocasiones para ser totalmente espontáneo y obviamente en ciertos contextos simplemente no puedes improvisar y debes ir preparado. Pero ser espontáneo se relaciona con la creatividad y tener cierto tipo de práctica en este aspecto podría ser útil.
Puedes intentar el siguiente ejercicio: proponerte algún proyecto para un cliente falso. De esta manera, existen ciertos límites, pero puedes poner en práctica tu espontaneidad pues no es un cliente real. Te podrías llegar a sorprender de los resultados. Por supuesto, también podrías optar por realizar un proyecto personal que usualmente es más libre y puedes experimentar mucho más. Lo más importante que aprendes al realizar este ejercicio es a seguir tus instintos e impulsos.