¿Cómo las micro interacciones pueden mejorar una interfaz?

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En la actualidad es natural que las empresas decidan crear un sitio web para tener presencia online. Esto es solo el primer paso a una estrategia de marketing pues luego utilizan las redes sociales para dar a conocer la marca, fomentar un diálogo con sus clientes potenciales y ganar seguidores en las plataformas respectivas. Estas acciones pueden tener como resultado la obtención de clientes a futuro y por ello son importantes.

Hay algunas otras empresas que incluso nacen de forma digital. Usualmente se crean programas o aplicaciones para cierto público. Para poder captar usuarios no sólo es necesario tener una buena estrategia de marketing, sino asegurarte que tu aplicación tenga un propósito claro y una gran interfaz. Y parte de esta interfaz son las micro-interacciones. En este artículo te mencionamos de qué manera las micro-interacciones pueden ser de ayuda en cualquier interfaz.

Las micro-interacciones mejoran la experiencia de usuario

Aunque las micro-interacciones suelen pasar desapercibidas en la mayoría de sitios web, programas para ordenador y aplicaciones móviles, son un elemento esencial de una buena experiencia de usuario ya que notifican a los usuarios cuando se completa una acción o un proceso de forma correcta. Sin esta retroalimentación por parte de las aplicaciones e interfaces en general, los usuarios no podrían navegar correctamente y sería bastante confuso para ellos.

Aunque los usuarios no reconozcan términos como experiencia de usuario y otros términos técnicos propios de esta área, sí que saben reconocer cuando una experiencia de usuario no es óptima. Y es probable que sus aplicaciones favoritas no sólo sean aquellas que consideran más útiles sino que también poseen un gran diseño de micro-interacciones. De hecho, si analizas las razones por las cuales prefieres utilizar ciertas aplicaciones en tu móvil o programas en tu ordenador, uno de los factores será la facilidad de uso. Y las micro-interacciones tienen mucho que ver en esa facilidad de navegación.

Es de esta manera que, aunque las micro-interacciones son un elemento mínimo y que suele pasar desapercibido, son de gran importancia en la experiencia de usuario. El hecho de que pasen inadvertidas por los usuarios es porque de algún modo se han convertido en un elemento “natural” de cualquier interfaz y ya que día a día los usuarios están en contacto cercano con aplicaciones móviles, se han acostumbrado a ellas.

Cambian el estado de ánimo de los usuarios

Las micro-interacciones se pueden dividir en dos etapas: acción y reacción. El usuario realiza una acción y la interfaz en la que se realiza le informa al usuario que dicha acción se ha completado exitosamente. Esta notificación puede ser informada de forma textual mediante una ventana popup o mediante un cambio en el aspecto de algún elemento.

Aparte de ser necesarias para una buena experiencia de usuario, las micro-interacciones generan un sentimiento positivo en todos los usuarios: satisfacción. Cuando el usuario sabe que ha completado exitosamente alguna acción o proceso dentro de una interfaz se siente satisfecho por este resultado. Este sentimiento puede ser casi imperceptible para el usuario e incluso puede que se haya acostumbrado a sentirlo debido al constante contacto que tiene con aplicaciones, programas y sitios web en su día a día, pero no se puede negar que en algún punto siente al menos una ligera satisfacción.

Los usuarios pueden disfrutar de las micro-interacciones

Aunque las micro-interacciones suelen pasar desapercibidas, son realmente notorias cuando se modifica su diseño. Existe un gran riesgo que debe tomarse, pero en algunos casos estos cambios corresponden a un mejor análisis del factor humano en muchas aplicaciones. Un gran ejemplo de ello son las nuevas reacciones que ofrece Facebook. Anteriormente, solo se contaba con el botón “Me gusta” y si bien para muchos estados podía ser ideal, en ciertas publicaciones de usuarios que comunicaban noticias tristes o que podían ser indignantes para ciertas personas, el típico botón de “Me gusta” podía ser una especie de sarcasmo e incluso una broma cruel para la persona que realizó la publicación. Ahora existen una serie de estados de ánimo entre los que se puede elegir para que se haga una evaluación más precisa de las sensaciones que causa cierta publicación en los usuarios. Este es un gran ejemplo de un diseño de interfaz más humano.

Las reacciones que hemos comentado forman parte de las micro-interacciones pues al elegir una de ellas, se realiza un cambio mínimo en la interfaz: el número indicador de personas que han reaccionado a la publicación aumenta en uno o se añade el icono de la reacción al lado izquierdo de la lista de personas que han reaccionado. Para los usuarios esta es una acción que puede ser repetitiva pues en una sola sesión pueden reaccionar a una gran cantidad de micro-interacciones, sin embargo, este hecho ayuda a los usuarios a reconocer las micro-interacciones.

En conclusión…

Teniendo en consideración el gran enfoque que muchas grandes plataformas están colocando en las micro-interacciones, ya debes de imaginar lo relevantes que son para la experiencia de usuario. Para comenzar a crear micro-interacciones debes entender a tu público objetivo. Por supuesto, ver referencias nunca está de más y no debes realizar una exhaustiva búsqueda: basta con que analices cuidadosamente la interfaz y micro-interacciones de tus aplicaciones favoritas para que tengas una idea más clara de cómo puedes mejorarla.

Es inevitable que crees micro-interacciones, ya sea que estés diseñando una interfaz para un sitio web, un programa o aplicación. Si nunca te lo habías planteado puedes empezar a hacerlo bien, particularmente debido a la gran importancia que presentan estos elementos en una interfaz.

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