Como diseñador web, tal vez has tenido la oportunidad de trabajar en el rediseño de un sitio web o realizar algunas modificaciones o mejoras generales al sitio. Modificaciones mínimas que realmente hacen la diferencia y mejoran la experiencia de usuario. Como diseñador tú lo sabes y si ha sido un proyecto requerido por tu cliente, éste también lo sabe. El verdadero problema es cuando un cliente tiene un diseño web que no funciona y no quiere modificarlo. En este artículo hablamos del tema y te indicamos cómo convencer a tus clientes de que es momento del rediseño web.
Señales de que ya es momento de un rediseño web
Muchas empresas tienen esta idea que el diseño web es una inversión que sólo tendrán que realizar una vez en todo el tiempo de vida de su negocio. Si bien es cierto que el diseño web no tiene que ser un costo fijo mensual para cualquier negocio y que una página web debe ser diseñada de modo que se vea actual y moderna. Pero con el paso del tiempo, después de años el diseño no será tan efectivo como antes pues internet va cambiando y también los hábitos y preferencias de las personas.
Te mencionamos algunas señales que podrían indicar que ya es hora de actualizar ese sitio web:
- Tus usuarios tienen problemas para usar el sitio, especialmente en dispositivos móviles pues el sitio no se encuentra optimizado para este tipo de dispositivos.
- El sitio ya no luce moderno. Los gustos de los consumidores cambian y si has empleado las tendencias del momento, no implica que serán efectivas después de 5 ó 6 años.
- El tiempo de carga sobrepasa los límites de paciencia del usuario (que en la web son bastante limitados pues consisten en un par de segundos)
- La marca se ha rediseñado y por lo tanto, el sitio web debe rediseñarse también para ir acorde con la nueva identidad de marca
- El sitio presenta muchos enlaces rotos. A lo largo del tiempo, muchos sitios se deshacen de páginas que ya no son necesarias y de esta manera generan enlaces rotos. Estos enlaces rotos pueden ser causa de una mala experiencia de usuario
Si notas alguno de estos problemas en el sitio de algún cliente, es indicador de que se necesita actualizar el diseño del sitio.
¿Cómo convencer a tus clientes de que un rediseño es necesario?
Es poco probable que no tengas que lidiar con objeciones por parte de tu cliente si les sugieres actualizar su sitio web. Especialmente si te han contactado por otro tipo de trabajo, pero finalmente si quieres lo mejor para tus clientes, debes informarle que puede estar perdiendo tráfico y ventas a causa de su sitio web.
Puede que se presenten dos posibles escenarios:
- El cliente no ve la necesidad de actualizar el diseño de su sitio web. Ya sea porque confían en su último diseñador y es posible que no vean ningún tipo de problema
- El cliente reconoce que el sitio web presenta ciertos problemas, pero los ve como irrelevantes. Considera que actualizar el sitio es una pérdida de dinero y prefiere invertir sus recursos en cuestiones más prioritarias
La manera en la que debes lidiar con cada cliente no sólo depende de la personalidad del mismo, sino también del tipo de escenario que se ha desarrollado, pues para cada uno de ellos debes enfocarte en cosas distintas.
Clientes que no reconocen que haya problemas en su diseño
En el primer caso, tu objetivo principal es demostrar que en principio existe un problema y porque este es visto como tal. Lo primero que debes hacer es hallar el problema y explicar los posibles efectos que podría tener en su negocio. Te mencionamos algunos puntos a tener en cuenta:
- La experiencia del usuario. Cualquier problema de los previamente mencionados lleva como consecuencia una mala experiencia de usuario. Tal vez el cliente no tenga un concepto muy claro de lo que significa la experiencia de usuario así que se lo puedes poner en términos más sencillos
- La identidad de la empresa. Muchas empresas cambian a lo largo de los años, no sólo su visión. En muchos casos el cambio también lleva reordenar sus clientes e incluso dirigirse a una nueva audiencia. ¿El sitio web se alinea con la nueva identidad de marca? ¿Es posible comunicarse con los usuarios?
- Volumen de tráfico. Si en los últimos meses, el sitio web de cliente ha presentado un menor volumen de tráfico es un gran indicador que el diseño del sitio web ya no es tan efectivo como era antes y no atrae tantos clientes
La clave está en demostrar por qué se considera el problema como tal y los posibles beneficios que puede obtener con un rediseño de su sitio.
Clientes que reconocen los problemas pero les parecen irrelevantes
En este caso también es importante tener en cuenta los puntos anteriormente mencionados: experiencia de usuario, identidad de la empresa, audiencia y volumen de tráfico.
Se debe hacer énfasis en las posibles consecuencias que puede tener no actualizar el sitio web, de modo que el cliente lo comience a ver como un problema prioritario.
Otra posible situación es que estos clientes hayan tenido malas experiencias con antiguos diseñadores y les cueste confiar nuevamente en uno de ellos. En estos casos puedes discutir otros puntos como:
- Los testimonios de tu sitio web. Es importante demostrar que realmente haces un buen trabajo y la mejor manera de probarlo es ver cuántos clientes felices tienes en tu lista
- Tu disponibilidad para trabajar en el proyecto de principio a fin. En este punto, puedes mencionar incluso que estarás en constante contacto con tu cliente en cada etapa del proceso
- Precio estimado del proyecto y tu método de trabajo, de modo que el cliente ya está al tanto del precio que podría tener rediseñar el sitio
- Preguntar al cliente por su objetivo, de ese modo se alinea con el rediseño que estás planeando
En conclusión…
En ambos casos, es muy difícil convencer a un cliente que no tiene la voluntad para rediseñar su sitio web. Sin embargo, como diseñador, lo primero que debes aprender es vender tus ideas. Entre vender tus ideas a un cliente dispuesto y a uno indispuesto hay mucha diferencia, pero básicamente es lo mismo. Al menos, si adviertes al cliente de las posibles consecuencias de no rediseñar su sitio, ya habrás cumplido con tu deber. Después de todo, la decisión final queda en manos del cliente.