Los espacios en blanco a menudo son dejados de lado. Como diseñadores, muchas veces, de manera instintiva comenzamos a eliminar espacios en blanco en nuestra composiciones. De hecho, se podría describir de esta manera la labor que cumplen los diseñadores. Ya que se cuenta con un espacio totalmente vacío, el diseñador va colocando elementos y logra así “armar” una composición. Sin embargo, los espacios en blanco son de gran importancia en toda composición. En este artículo te indicamos las 3 maneras de hacer uso de los espacios en blanco y cómo beneficia a tu composición.
¿Qué son los espacios en blanco?
El espacio en blanco se suele interpretar como el espacio vacío de una composición. Si bien, a nivel técnico, esa definición es correcta, es necesario tener otra perspectiva y empezar a comprender la importancia de los espacios en blanco, elemento esencial en todo diseño.
Los espacios en blanco conceden diversos beneficios a una composición. La más importante de ellas, tal vez, es la legibilidad. Particularmente en el campo del diseño publicitario y el diseño web se hace esencial que se entregue un mensaje comprensible y completamente legible. Los espacios en blanco cumplen un papel fundamental en ambos casos.
Llamar la atención
Una gran forma de hacer uso de los espacios en blanco es para hacer que los usuarios se enfoquen en un elemento específico de la composición. Como te imaginas, esto es de utilidad tanto en el arte como en la publicidad. Y por supuesto, también en el diseño.
Hay ciertas formas de hacer que un elemento destaque, una de las más utilizadas es mediante el contraste, ya sea por color o por tamaño. Pero otra forma de enfocar la atención del usuario hacia un elemento es mediante un uso apropiado de los espacios en blanco. Un ejemplo bastante claro es la página de inicio de Google: la razón por la que nuestra vista se posa inmediatamente en el centro es por el uso de los espacios en blanco alrededor de la composición.
Puedes hacer uso del espacio negativo para guiar la vista de tus usuarios hacia determinada dirección o elemento específico. Esta técnica es de gran utilidad cuando deseas colocar botones de llamada a la acción o cualquier otro elemento que desees destacar en una composición.
Mejorar tu organización
Los espacios en blanco también son de ayuda al organizar los elementos de nuestra composición. Saber el ancho y el alto de tu lienzo te permite saber el tamaño máximo de los elementos y la mejor forma de organizarlos.
En el caso de una página web, en ocasiones es más alta que ancha, en particular si se trata de diseño de una sola página. En ese caso, tal vez sea conveniente dividir la composición final en secciones o pantallazos, puede que te ayuda a visualizar mejor los elementos que usarás en tu composición. Si vas a poner en práctica esta técnica, es importante que tengas en cuenta, en todo momento, la línea gráfica y el estilo de tu sitio.
Otro consejo útil para poder organizar mejor tus elementos es agruparlos según sus características en común, es decir, las secciones del menú son parte de un mismo grupo. Lo mismo sucede con el título y el texto de apoyo que colocarás en la página de inicio. Al agrupar tus elementos, te podría resultar más sencillo organizarlos. Todo depende de cómo estés acostumbrado a realizar el proceso de diseño.
Añadir énfasis
Al guiar la visión de tus usuarios a ciertos elementos del diseño, éstos se hacen más visibles que otros. Puedes sacar provecho de ello y emplear los espacios en blanco para destacar ciertos elementos importantes de tu composición.
No sólo los espacios en blanco ayudan a visibilizar los elementos de tu composición, existen una serie de técnicas visuales que puedes emplear para el mismo propósito, sin embargo, en todas ellas, el espacio en blanco tiene un papel que cumplir.
Una técnica común para captar la atención es hacer que un elemento destaque por ser diferente. Esta diferencia puede darse por color, por tamaño, por estilo, etc. Entre estos, hay uno en particular donde se nota el poder de los espacios en blanco: la proximidad entre elementos. Si son lo suficientemente cercanos se pueden considerar parte de un grupo. Este mismo principio se aplica en la tipografía, donde cada letra de una palabra debe estar distanciada la una de la otra para tener legibilidad, sin embargo, deben estar lo suficientemente cercanas la una de la otra para poder ser consideradas como un grupo.
Cuando un elemento es distanciado de un grupo de objetos se hace para dar un sentido de jerarquía a dicho elemento único. Esta es una técnica bastante efectiva para establecer una jerarquía visual entre elementos.